lunes, 22 de abril de 2013

No es cuestión de inversión, sino de calidad.


España tiene graves problemas económicos y sociales, algunos consecuencia del ciclo económico y otros que son estructurales. De estos últimos, sin duda el mas grave es la Educación. Sin una educación de calidad no hay posibilidad de movilidad social y sin conocimiento no hay progreso. Según el informe Pisa, los estándares educativos en España llevan muchos años yendo en la dirección equivocada y se encuentran por debajo de la media de la OCDE.
Hay muchos factores que influyen en el retroceso educativo que vive nuestro país. Dar con el principal problema no es fácil, pero sí podemos descartar que sea un problema de inversión en la misma. El gasto por alumno en España es un 21% superior al de la media de la OCDE y superior al gasto en Corea y Finlandia, países líderes en estándares educativos. Osea, que invertimos mas que nadie, pero tenemos los peores resultados de todos, mostrando que sin duda, nuestro gran problema no es la inversión, es el fracaso de unas políticas educativas nefastas, que han originado nefastos formadores y si alguien que se tiene que dedicar a enseñar no sabe hacerlo, pues la consecuencia es clara, una generación tras otra mas preparadas, con bajo conocimiento y con minúscula inserción al mercado laboral. Me llama la atención, que ahora se llenen las calles de gente pidiendo una educación publica, pero jamás, han dicho nada de la calidad de la misma, de que somos los últimos en los informes educativos y nuestra tasa de fracaso escolar es de un 30% la mas alta de los países de la OCDE, pese a tener un gasto por alumno muy superior a otros países de la OCDE con excelentes resultados.
Finlandia es un caso interesante. Allí a los profesores de primaria se les exige una media de 9 sobre 10 simplemente para poder opositar a profesor. Los exámenes de acceso son duros y la posición es de gran prestigio. No es éste el caso de España. Aquí los exámenes contienen preguntas tan exigentes como saber por dónde pasa el Ebro, o situar las provincias españolas en el mapa. Cualquiera pensaría que gran parte de los aspirantes aprobaría, pero no es así. Resulta que sólo el 13% de los candidatos aprobó la última prueba de acceso. Y es que ahí está el meollo del asunto, sin unos formadores formados y preparados no podemos tener generaciones de eruditos, porque, no podemos pedirle peras al olmo, la baja formación para ser profesor unido al desbarajuste de políticas educativas que cambian conforme cambie el color del gobierno, hacen de nuestra educación la cola de la OCDE y del fracaso escolar una tónica predominante, por ello, es hora de los pactos y del consenso,de la unión entre todas las formaciones, ideas y sensibilidades, como se hizo para redactar el artículo 27 de la constitución relativo a la educación, y apostar por nuestro jóvenes  por nuestros estudiantes, para que seamos personas formadas, con conocimientos y que consigamos tener a España en la vanguardia del progreso, la formación y la innovación, porque una sociedad que denigra a sus jóvenes  es una sociedad abocada al fracaso.