viernes, 4 de diciembre de 2009

Retirada de Crucifijos en las aulas.

Lo que faltaba para terminar de iluminar nuestras escuelas con la luz resplandeciente del progreso: retirar los crucifijos de las pocas aulas en que aún queda alguno. Y ello con la desinteresada colaboración de los independentistas catalanes, enternecedora y súbitamente preocupados por el perfeccionamiento intelectual del país del que se quieren separar.
La característica esencial de este gobierno, es su atenta dedicación a los detalles, su afición por la gestualidad y su reiterativa inclinación a los debates superficiales de gran impacto mediático, a las simplezas de fácil consumo masivo.
La retirada de los crucifijos es su (pen)última ocurrencia para forzar un nuevo debate ortopédico, de esos que siempre apuntan contra la tradición y la conciencia católicas porque su intenso anclaje social garantiza un divisionismo. aAl poder sólo le interesa desnudar de referencias religiosas -bueno, católicas, las otras las deja estar- ,no hay más que ver su ultranza defensa hacia los minaretes o hacia cualquier emblema de diferentes religiones.