Las elecciones autonómicas celebradas este Domingo en Galicia y Euskadi han dejado claras tres cosas muy distintas: El respaldo de los gallegos al PP, la debacle socialista y el fuerte respaldo de los partidos nacionalistas en vascongadas, ocupando 2/3 del parlamento vasco partidos nacionalistas (PNV y EH Bildu).
Pero no podemos hacer una visión global de las citas electorales, pues, representan realidades políticas muy distintas.
En primer lugar, la aplastante victoria del Partido Popular en Galicia abre un nuevo espacio de esperanza dentro del partido, tras la desafección representada y vista en la calle de buena parte de españoles, las urnas, en las que reside la soberanía y la verdadera y clara opinión de los ciudadanos, han demostrado que respaldan las medidas y políticas responsables, tanto del gobierno central, como del gobierno gallego, el primero en coger el todo de la crisis por los cuernos, cuando aún el contador de nubes Zapatero, negaba la crisis, Feijóo llegó a la presidencia de Galicia y comenzó a emprender medidas responsables para atajarla y ahora es la comunidad con menos deuda, menos déficit, la única que no ha necesitado adherirse al plan de pago a proveedores del gobierno y que tampoco necesitará adherirse al Fondo de Liquidez Autonómico. Así, Feijóo es el primer presidente que resiste electoralmente a la embestida de la crisis y encima sale reforzado. Los gallegos con su respaldo al Partido Popular han ejemplificado el apego del voto al buen gobernante y un aval a la política del gobierno mas reformador de la democracia.
El gran damnificado de la jornada electoral ha sido el Partido Socialista, perdiendo 7 escaños en Galicia y 9 en Vascongadas, los pachis con apellidos acabados en EZ, han pagado el pato de la política de secesión y rendición del PSOE ante los nacionalismos comenzada por Zapatero y continuada con Rubalcaba, sumada a la desafección con los ciudadanos provocada por la nefaste política socialista durante sus gobiernos unida a la oposición simple, de intentar agitar la calle y ganar en ella lo que no les han dado las urnas han provocado que el PSOE se encuentre en su peor momento de toda la democracia, ni con las corruptelas de los 90 quedaron tan mal parados, ahora, al PSOE sólo le queda Asturias y Andalucia y ambas con pactos y gobiernos de coalición con la izquierda. Ahora en el PSOE se abrirá un tiempo de reflexión y autocrítica, que terminará igual que salieron del congreso de Sevilla, con un partido dividido en facciones y los cuchillos en alza.
La tercera y más preocupante noticia que nos deja la jornada electoral es la avalancha nacionalista que estará presente en los parlamentos autonómicos en los próximos 4 años, tanto en Galcia como en Euskadi, en esta ultima, el BNG y AGE obtienen mas respaldo que el PSOE y estarán en el parlamento conformando una política nacionalista y de izquierdas. Pero sin duda el hecho mas duro y triste de esta jornada electoral es la fuerte irrupción de Bildu en el parlamento vasco, con 21 escaños, la izquierda abertzale está mas fuerte que nunca, sin condenar los asesinatos, sin respetar a las victimas y sin pedir a ETA que se disuelva, el gobierno vasco que formará el PNV con sus 27 escaños, necesitará la colaboración y aprobación de Bildu para llevar a cabo los diferentes actos legislativos y me temo que obligarán a ceder a su chantaje, es el precio que se paga en política.
Es muy triste que tras la apertura en 2009 de Euskadi a los partidos constitucionalistas (PSE-PP), estos consigan los peores resultados de su historia allí. No se han colmado las expectativas y no se ha conseguido satisfacer, ni ayudar a las victimas del terrorismo y el acercamiento de posturas entre PSE y la izquierda abertzale han descontentado a su electorado, y dejado con unos irrisorios 16 escaños muy lejos de los históricos 25 conseguidos en 2009, por su parte el PP vasco baja de 13 a 10 escaños, resultado con el que se contaba tras la legalización de EH Bildu y que se ha visto aumentado tras la excarcelación de Bolinaga y la desafección de las víctimas del terrorismo hacia el PP Vasco. Pero se tienen que quedar con que ha sido la generación Miguel Angel Blanco, compuesta por Basagoiti, Oyarzabal, Quiroga, Samper, etc los que, con su apoyo al gobierno de Parxi Lopez han conseguido el más largo tiempo sin que ETA levante las armas, y con ésto, nos tenemos que quedar.
Así, las elecciones del 21 de Octubre nos muestran 2 comunidades muy cercanas geográficamente, pero muy distintas políticas y socialmente, abriendo un nuevo tiempo en ambas, un cambio que afectará a la política a escala nacional, tanto la acción del gobierno central tras el espaldarazo en Galicia, como el tema del soberanismo vasco con fuerte representación nacionalista en el parlamento, no sin olvidar la brecha abierta por Cataluñay la convocatoria de elecciones en la comunidad para el próximo 25 de Noviembre en la que se abren 2 incognitas, el apoyo a la soberania y al nacionalismo catalán y si la desafección y la debacle del PSOE se verá plasmada en las elecciones a la generalitat, están incognitas y las demás que nos dejan estos comicios, como en quién se apoyará Urkullu en la aprobación de actos legislativos, serán desveladas próximamente en la vida política española.
