domingo, 7 de octubre de 2012

Romney vs Keynesianismo.



El pasado Miércoles se celebró el debate presidencial entre los candidatos a la casa blanca, un debate en el que la gran noticia es que el Obama orador, el mesiánico salvador del mundo se desinfló, perdió fuelle y el candidato republicano Mitt Romney se aprovechó de esto. Con un discurso económico liberal, Romney dejó claros los puntos básicos de su proyecto: Libertad económica, flexibilización, liberalización de sectores, reducción de impuestos, en definitiva, menos Estado, frente al intervencionismo moderado propuesto y llevado a cabo por el presidente Obama en los últimos años, desenmascarando el férreo intervencionismo de la administración Obama, Romney sacó a colocación el modelo económico español, tratándolo sin tapujos como mal sistema y como ejemplo de lo que no hay que hacer, sin querer los españoles nos convertimos en los protagonistas del debate, y bien merecido que nos lo tenemos. La presencia del sector público en España es inmensa y excesiva, además de ineficaz e ineficiente. Esta semana hemos sabido que nuestro país ha alcanzado una tasa de desempleo del 25%, y aprovechando nuestra desafortunada aparición en el debate presidencial americano, he encontrado que en EEUU,  hay nueve ciudades en las que el 25% de la población no tiene empleo y éstas son Detroit, Buffalo, Cincinnati, Cleveland, Miami, Saint Louis, El Paso, Milwaukee y Philadelphia. Además de altos niveles de  desempleo y pobreza, estas ciudades tienen otras dos cosas en común; enormes programas de gasto social y alcaldes demócratas.
Con este ejemplo quiero dejar claro que lo que provoca el keynesianismo es un paro endémico, un acomodamiento de la población, un servilismo y esclavización hacia papa Estado, estas ciudades americanas se asemejan a España, con enormes programas sociales y enorme gasto social y así no se avanza, ni se prospera, porque La iniciativa privada y el esfuerzo individual lo que hace prosperar a un país. Los socialistas, keynesianos y socialdemócratas  creen en el gasto público para paliar la pobreza; yo y los liberales creemos en dotar de medios al individuo para salir de ella, aquí reside la diferencia entre demócratas y republicanos, por eso, yo, apoyo a Romney y al partido republicano.

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