sábado, 24 de abril de 2010

El Islam, la religión de la inferioridad de la mujer.

La noticia mas destacada de esta semana ha sido una niña musulmana a la que prohiben ir con velo al instituto y esta excusa ha servido a los musulmanes, siempre integristas, para poner en marcha, manipulando a la adolescente, dePozuelo de Alarcón, una de esas estrategias para ver hasta dónde llega nuestra estupidez y nuestra decadencia. No les ha salido como esperaban, por ahora. Está cambiando el ambiente a la carrera porque la gente percibe que la islamización es un peligro grave y que, encima, se les financia con nuestros impuestos. Y por eso como me encanta invetigar este tipo de fenómenos he puesto en marcha una investigación sobre los países que son repúblicas teocráticas. Hay una foto curiosa en la que aparecen 5 adolescentes musulmanas con el infamante velo que proclama su inferioridad frente al hombre y que acuden con él hasta la puerta del colegio. Todas ellas visten pantalones vaqueros, dos, clásicos, dos, blancos, y uno, rojo. Eso lo pueden hacer porque viven en Pozuelo de Alarcón, no en Sudán por ejemplo. El articulo 152 del Código penal de Sudán establece una pena de 40 latigazos para la mujer por llevar pantalones. Es un artículo vigente. Este año han sido detenidas 20mujeres en su cápital por llevar pantalones. En Irán y Arabia Saudí, el uso del velo es obligatorio y saltárselo se castiga también con latigazos. Existen policías religiosas en ambas naciones que persiguen a quienes osan saltarse el precepto. En un colegio se desató un incendio, y la policía religiosa de Arabia Saudí no permitió que salieran las niñas, porque algunas no tenían velo. Se quemaron. Recientemente, una joven y un joven estaban en un coche, fueron asaltados y ella fue violada por los siete agresores. Ella fue condenada a cien latigazos en aplicación de la sharía porque el tal joven no era ni su padre, ni su marido, ni su hermano. Las mujeres musulmanas no van al colegio, como las adolescentes de Pozuelo, a las que les pagamos entre todos los estudios con los impuestos. No se lo permiten sus familias. En Afganistán, lo tenían prohibido todas. Tampoco podían recibir asistencia médica. Y el uso del burka era obligatorio, a pesar de que es muy vejatorio y también muy insano: pierden visión, la vista, son atropelladas... Las adolescentes musulmanas de Pozuelo habrían sido ya vendidas, en sus naciones de origen, a algún anciano lujurioso. La mayoría de edad de la mujer musulmana se sitúa en los 9 años, porque esa es la edad en la que Mahoma desvirgó a su última esposa, Aysa, con la que se casó cuando la niña tenía 6 años. Miles y miles de niñas musulmanas son casadas a los 9 años. Este mismo mes una murió por desprendimiento vaginal en su ‘noche de bodas’. En muchas sociedades musulmanas se practica de manera generalizada la ablación del clítoris. Una de las adolescentes musulmanas de Pozuelo dice que en España hay democracia “y a la hora de ponerse un velo dejamos de ser iguales”. En efecto, el infamante velo proclama que son inferiores frente a los hombres (padre, marido,hermanos). La hija del imán de Pozuelo dice que quiere usar el velo “por sumisión a su Dios”. Pero nada que ver es por sumisión al manipulador integrista de su padre. Ninguna de las citas coránicas o en los hadices relativas al velo hace referencia a Dios sino al varón. La mujer musulmana es inferior, es propiamente una piltrafa, a la que se debe pegar. Miles de adolescentes vendidas, miles de mujeres sin nariz ni orejas, con ácido en la cara, cientos de miles mutiladas en sus genitales, millones enterradas en vida. Esa es la realidad de las sociedades musulmanas. Lo que les enseñan sus familias a las adolescentes musulmanas de Pozuelo es lo siguiente: “Los hombres tienen autoridad sobre las mujeres porque Alá los ha hecho superiores a ellas” “Las mujeres virtuosas son las verdaderamente devotas, que guardan la intimidad que Alá ha ordenado que se guarde. Pero a aquellas cuya animadversión temáis, amonestadlas, y luego dejadlas solas en el lecho; luego pegadles”, y en sinfía de mensajes enviados por su Dios, que me niego tajantemente a mencionar. Todo esto lo sabe el padre de la niña, marroquí nacionalizado español, presidente del Centro Cultural Islámico de Pozuelo y de la asociación musulmana que regenta la mezquita de Al Gohfran. Como también sabe lo que dice la sura llamada de los Partidos: “¡Profeta! Di a tus esposas, a tus hijas, a las mujeres de los creyentes, que se ciñan los velos. Ése es el modo más sencillo de que sean reconocidas y no sean molestadas”. Este es el mayor ejemplo de que la mayoría de los musulmanes en nuestro país y en las demás democrácias no se integran. Tratan de imponer sus bárbaras e inhumanas costumbres. Pretenden que todas las mujeres pasen a esa situación de inferioridad. Todas las mujeres de España estamos amenazadas por los musulmanes. No dudan en manipular a sus hijas, como ha hecho el imán de Pozuelo. Hay que dejar de financiarles. A la gente que quiera venir a nuestro país a ganarse la vida dignamente porque en su país sus gobernantes no están por la labor de ayudar a sus ciudadanos, están gentes tienen que acostumbrarse y coger nuestras costumbres las costumbres de un país democrático, y no traernos costumbres suyas de países que en pleno Siglo XXI, son los mas parecido a la Edad Media. Tampoco les vamos a pedir que se hagan católicos o que acudan a la iglesia, si pueden seguir perfectamente con su religión, pero con su religión, no con sumisiones ni inferioridades hacia la mujer. Y si aquí uno estatutos de un colegio dicen que no se lleva velo pues no se lleva, si quieren llevar que se vayan a su país que seguro que estarán mas agusto. A las niñas están lo que les han hecho es un lavado de cerebro mas grande que una catedral.

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