martes, 31 de enero de 2012

Andalucía solicita el cambio.

La situación de la comunidad autónoma de Andalucía es la más preocupante de las todas las comunidades autónomas autónomas españolas.30 años de gobiernos socialistas han agravado las desigualdades, los desequilibrios y las necesidades de una comunidad con un capital humano y un gran número de materias primas que no han contado con una gestión política capaz de ponerlo en marcha. En Andalucía no se aprovecharon los años de bonanza económica para la transformación que necesita desde hace décadas,se prefirió continuar subsidiando al mas puro estilo "pan y circo" y eso hace mella, con la crisis se han explotado unas carencias profundas hasta empujar a la comunidad a un horizonte crítico. La realidad es muy dramática, y no hace falta ni hacer uso de las cifras para darnos cuenta de la situación, no hay mas que salir a la calle y darte cuenta de que los Andaluces claman el cambio, que lo necesitan, porque somos la comunidad con la mayor tasa de paro –31,23% de la población activa– para un total de 1,2 millones de desempleados. Algo inaceptable e insostenible para una sociedad abocada a un empobrecimiento estructural sin que desde la Junta se haya hecho lo suficiente para invertir esa dinámica perniciosa. A la pérdida imparable de puestos de trabajo hay que sumar la ocultación de un endeudamiento muy importante, pues ni siquiera el gobierno Andaluz se pone de acuerdo en el cálculo, el presidente Griñán (1,4%) y su consejera de Hacienda (3%); mientras que la deuda real ronda los 25.000 millones. Este cúmulo de contradicciones, desinformación y enredos define el desgobierno y la descomposición de un régimen que hizo y deshizo a su antojo durante 30 años. Además del fracaso económico, otro rasgo que ha marcado la gestión de las presidencias de Chaves y Griñán ha sido la corrupción. Los EREs fraudulentos más de 700 millones euros desviados, de los que 14 millones fueron destinados a costear las juergas de altos cargos de la junta, ese fondo de reptiles a los que se desviaban fondos públicos del desempleo, que mantiene imputados a cargos actuales de la Junta y a otros pasados y que salpica directamente al presidente, define en su estertor a un partido que se apropió del poder y lo explotó a costa del bienestar de los ciudadanos. Que aún no se hayan asumido responsabilidades políticas es todavía más escandaloso. Y que encima el presidente y los consejeros de la junta apoyen abiertamente a los imputados, entorpezcan la investigación de la juez y se opongan a una comisión de investigación en el parlamento Andaluz. Por estas y otras razones que vislumbramos los Andaluces día a día es necesaria la alternancia, que no sólo es imprescindible, es higiénicamente obligada, y con ella la regeneración y las reformas en una comunidad que no puede estar condenada de por vida al paro, a la dependencia y a la adversidad. Que es a lo que nos han abocado los sucesivos gobiernos socialistas en la junta de Andalucía.

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