Andalucía se adentra en la oscuridad

En estos momentos de frustrante y profunda decepción, queda destacar una cosa:"La izquierda es un muro infranqueable en Andalucía". El viejo doberman sigue vivo, maltrecho por el paso de los años, pero vivo. Los diques del régimen han frenado las aguas reformistas del cambio. Javier Arenas no será presidente de la Junta de Andalucía, aunque nunca nadie trabajo tanto y nunca nadie había realizado y trabajado en un programa electoral ten bueno y completo, se ha quedado al borde de la orilla. Tras las euforia de las encuestas nos dejamos llevar por una realidad virtual con exceso de lógica. Demasiada razón, demasiado sentido común, demasiada apelación a la recta moral, ¿Qué fue de la ética? ¿Ganó otra vez la pura ideología? ¿Quién le pone el cascabel a las siglas? ¿Funcionó el voto del miedo? ¿Dónde estuvo el error? ¿Por qué la corrupción es un pecado venial? En esta día de anhelos triturados, la izquierda descansa felizmente y yo no tengo ganas de seguir buscando porqués. Nunca una victoria me resultó tan inútil. ¿Acaso nos dejamos llevar por la corriente? Andalucía no está dispuesta al cambio, hay que reconocerlo, aunque tengo mucho que objetar. Tal vez creíamos que el resultado en Andalucía sería una formula: Hartazgo, corrupción,paro,etc. Y nos equivocamos, yo la primera. Y ahora, exhibo mi amargura sin complejos.

Durante 30 años, los socialistas han montado en Andalucía una red clientelar muy profunda y extendida, al amparo del estado del bienestar que se ha creado en España y en Europa, gobierno tras gobierno andaluz de izquierdas han ido creando una cultura del subsidio. Creo que ha sido el temor a perder ese subsidio lo que hizo ayer a los andaluces inclinarse por seguir como han estado en los últimos 30 años, en lugar de apostar por el verdadero cambio. Pero el problema que se le presenta en Andalucía a la coalición de izquierdas es que como van a socialistas y comunistas a continuar pagando los subsidios, las ayudas y subvenciones en Andalucía, cuando España y Europa han decidido continuar por otro camino.

En definitiva, los andaluces han votado al PSOE, a Griñán y a IU , es lo que la mayoría ha decidido y eso merece respeto, aunque no lo comparta. Muchos Andaluces no entendemos como 30 años después, sigamos gobernados por el mismo partido. Claro, se trata de democracia, la democracia que defiendo el mismo partido, que no respeta la alternancia.

El cambio en Andalucía era una ilusión, un atisbo de esperanza, una taladradora a la muralla que el PSOE había creado en Andalucía, una muralla repleta de corrupción, amiguismo, clientelismo, escándalos, abusos y a la imperación de la cultura de la subvención y los subsidios (Quizás esa sea,junto al discurso del miedo, la mayor causa del voto socialista). Ahora Andalucía entra en la oscuridad, una coalición de izquierdas la gobernará, coalición que se basará en las subvenciones y en los subsidios, en definitiva, en la repartición de dinero público, iniciativas que continuarán endeudando nuestra comunidad, y sumiéndola en la miseria a medio-largo plazo, y es que como dijo mi inspirador político Winston Churchill: "El socialismo es la filosofia del fracaso,el culto a la ignorancia,la predica a la envidia,su virtud inherente es la distribución igualitaria de la miseria".