miércoles, 18 de diciembre de 2013

Antirreglamentaria y ¿expulsión?

Era de esperar, la comisión europea ha abierto a siete equipos de fútbol españoles por recibir ayudas públicas presuntamente de forma ilegal. Entre los tratos de favor que ha detectado Bruselas se encuentra el pago de menos impuestos de lo debido, préstamos y avales públicos injustificados, ayudas públicas para construir Estadios y permutas de terrenos en condiciones fuera del mercado.
Es palpable que la situación económica de los clubes de la Liga profesional empeora poco a poco, como puede apreciarse por los que se declaran en quiebra o en situación de impago y la deuda tributaria que acumulan, que se está reduciendo a un ritmo excesivamente lento. Hay que recalcar que sin duda una de las causas de esa burbuja es la conexión entre el fútbol y el dinero público, como bien han detectado las instituciones europeas sobre seis clubes de Primera División (Barcelona, Real Madrid, Athletic Club, Valencia, Osasuna y Elche) y uno de segunda (Hércules) por percibir ayudas públicas ilegales.
La investigación, persigue tres tipos de infracciones. La primera es la que afecta principalmente a Valencia, Elche y Hércules, equipos de la comunidad valenciana que adeudan 118 millones de euros a la Generalitat  institución que, en un rapto de gestión irresponsable, avaló préstamos a dichos clubes  Si la investigación confirma los hechos y la Generalitat no puede demostrar las razones de utilidad social que motivaron los avales, los clubes afectados deberán devolver el dinero público que les fue prestado, a riesgo de desaparecer. El Athletic, cuya situación financiera es buena, también recibió dinero público, a través de la sociedad "San Mamés Barria", para construir el nuevo San Mamés.
El segundo motivo de sospecha es una permuta de terrenos entre el Real Madrid y el Ayuntamiento de la capital en 2011 que resultó muy beneficiosa para el club blanco. Los clubes europeos denunciantes entienden que hubo un pelotazo inmobiliario a favor del Madrid y que esa operación constituye un ejercicio de competencia desleal. La imputación más débil afecta al Real Madrid, Athletic, Barcelona y Osasuna, clubes que no se convirtieron en sociedades anónimas en 1990, cuando el resto de los sí lo hicieron. Tienen, estos 4 equipos, por tanto, un régimen fiscal mejor (cinco puntos más reducido) que las sociedades anónimas, éstas tributan al 30% y dichos clubes al 25. Pero la decisión fue legal, las cuentas de los cuatro clubes estaban saneadas y no hay motivo para un castigo retroactivo.
No cabe duda que la investigación europea debe interpretarse como una advertencia de que los clubes de fútbol no pueden vivir de las subvenciones encubiertas, de operaciones inmobiliarias disfrazadas y de ingresos propios decrecientes. Con independencia de las consecuencias que se deriven del expediente europeo, las autoridades deportivas españolas están obligadas a tomar la iniciativa para que los clubes cumplan con Hacienda y manejen con austeridad fichajes y salarios. No es esto nada descabellado ni fuera de lo común, y como aficionada, forofa y seguidora del espectáculo que ofrece un buen partido de fútbol y del Real Madrid, me gustaría disfrutar de éste sin amaños, competencias desleales, tratos de favor y sobre todo, sin que las fuerzas de lo público se entre pongan entre la sociedad y el espectáculo porque cuanto más se entrometenlos poderes públicos, más parcelas de vida económica y social dependen de quienes en cada momento gobiernan y eso genera favoritismo o simple y llana arbitrariedad. 

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