lunes, 10 de febrero de 2014

Coto a la libre circulación.

Ayer y como la mayoría de los domingos, los suizos estaban llamadas a acudir a las urnas en referéndum, esta vez el resultado ha sido muy desfavorable para la libertad porque aunque por corta mayoría (50,3% de los votos expresados), la victoria de los que se oponen a la inmigración masiva en Suiza tendrá consecuencias para el conjunto de Europa. Este resultado no solo cuestiona el acuerdo de libre circulación de personas establecido con la Unión Europea, sino que refleja la agitación populista y xenófoba que atraviesa el Viejo Continente, a poco más de tres meses de las elecciones europeas.
Lo sucedido desafía las posibilidades de hacer política cuando un partido extremista, como la UDC, juega a participar en las instituciones sin dejar de actuar como oposición.
 Este es el peor resultado posible para la mayoría de los políticos y de las organizaciones empresariales suizas. Los votantes del “sí” han respaldado la iniciativa de un partido populista, la Unión Democrática de Centro (UDC), que obliga a restablecer cuotas de inmigrantes y de demandantes de asilo, así como a tener en cuenta la “preferencia nacional” en un país cuya tasa de paro solo se mueve en torno al 3% de la población activa.
De poco ha valido el posicionamiento de una docena de organizaciones patronales, en enero pasado, en la que advertían que la libre circulación permite reclutar en Europa la mano de obra especializada que se necesita. La UDC se felicita del éxito de sus argumentos, centrados en el hacinamiento que supone recibir a más de 80.000 inmigrantes cada año en un país de ocho millones de habitantes, de los cuales son extranjeros el 23%.
Las corrientes centrales de la política europea tienen que reaccionar ante tal estado de cosas: en primer lugar, poniendo fin a la debilidad de su propio liderazgo y reafirmando los valores europeos de cara a los sectores angustiados por la apertura de fronteras —y en definitiva, por la globalización—, que creen ver la solución a los problemas de la crisis en el repliegue sobre sí mismos.

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