miércoles, 19 de mayo de 2010

ABC premia a Ignacio Camacho.

ABC ha fallado este martes los premios Mariano de Cavia, Luca de Tena y Mingote, que concede anualmente. Los dos primeros han señalado a dos grandes figuras del periodismo español. El tercero a un fotoperiodista de nueva hornada.

El Cavia, que se otorga a un artículo concreto, ha sido para el brillante columnista y ex director de ABC Ignacio Camacho por el artículo «La enfermedad del olvido», publicado el 6 de diciembre pasado, dedicado a la muerte de Jordi Solé Tura. En él alerta sobre el grave daño que sufren actualmente en España los valores que hicieron posible la Transición. La columna aborda, con profundidad y pulcritud literaria, estos problemas en la muerte de algunos de los «padres» de la Constitución, como Gabriel Cisneros y el propio Sole Tura, o la enfermedad de Alzheimer que padece el propio y gran Adolfo Suárez.
El premio Luca de Tena, galardón que reconoce una trayectoria, ha recaído en uno de los más grandes reporteros del periodismo español, Manuel Leguineche, cuya carrera arrancó a las órdenes de Miguel Delibes en El Norte de Castilla.
Ignacio Camacho: Con su columna llamada "Una raya en el agua".
Ignacio Camacho (Marchena, Sevilla - 1957). Periodista y Licenciado en Filología Hispánica. Columnista del diario ABC, periódico que dirigió entre 2004 y 2005, participa como comentarista habitual en diversos programas nacionales de radio y TV, en Onda Cero (Herrera en la Onda y La brújula), Antena 3 (Espejo Público), Telemadrid, TVE, (Madrid Opina y Alto y claro) Canal Sur y Canal Nou. Como escritor, fue autor del primer libro de investigación sobre el «caso Juan Guerra» -«El huerto del asistente», Planeta 1990-, del libro-reportaje «Sevilla 24 horas» y es coautor de la «Crónica de un sueño», sobre la Transición en Andalucía, y de «Memoria del paisaje», junto a José María Caballero Bonald y otros. Tiene los premios de periodismo González Ruano y Romero Murube, entre otros. Ha sido subdirector de El Mundo y Diario 16, y ha trabajado también en Cambio 16, El Correo de Andalucía y Nueva Andalucía. Ha sido profesor de Periodismo Cultural (1992-1996) en la Universidad de Sevilla.
Ignacio Camacho traza en ABC cada día, los 365 del año, sin descanso, Una raya en el agua (título de su columna) como Quevedo tres siglos antes rasgaba el papel en la predela de los cafés literarios para llenar su siglo de obras jocosas y escritos satíricos, críticos, costumbristas, muy plásticos de escritura, y vivos de traza. El columnismo es, para Ignacio Camacho, no descansar; un sitio y una frecuencia. Defiende el artículo los 365 días del año, desde su ABC, por su profundo respeto al lector que paga religiosamente un euro por su periódico, ora en invierno y verano, ora truene o llueva.
Ignacio Camacho se enorgullece de venir del fango de las trincheras y del turbulento campo de Agramante, donde las palabras resuenan a veces como descargas de fusilería, y de bajar tantas veces a los albañales canallas donde el poder entierra en barro sus patas de cabrón goyesco; con lo cual, confiesa, «no podemos ni debemos hablar más que como lo que de verdad somos: peones curiosos del viejo oficio de mirar y contar». Testigo «de los pliegues de las arrugas de los recodos de la Historia», que aspiran a encerrar en el marco imposible del idioma; labriegos de la frase, letraheridos braceros de la prosa con la cabeza alzada al cielo en busca del relámpago iluminador. Hijo de Umbral y de Campmany, siempre en el principio del verbo, en las alambradas del soneto del periódico.
Ignacio Camacho sostiene que toda la generación de 50 años para abajo son hijos del «Capitán Grant» Umbral. Un personaje decisivo en su formación como lo han sido Larra, y Mariano de Cavia, al que ahora honra con el merecidísimo premio por su artículo «La enfermedad del olvido», publicado en ABC el 6 de diciembre de 2009; Julio Camba, José María Pemán, César González Ruano... sublimes meandros del columnismo. Sostiene Ignacio Camacho que existe una generación que no es todavía perdida, pero está a punto de perderse casi por completo, en la que estaban Jaime Campmany, Umbral, Eduardo Haro Tecglen..., que se han ido, pero “nos queda afortunadamente Manuel Alcántara, Antonio Burgos, Manuel Martín Ferrand, Raúl del Pozo, Alfonso Ussía, Antonio Gala, etc..., y los jóvenes que vienen: Juan Manuel de Prada, David Gistau... «La renovación está garantizada», concluye un columnista que pidió, y le fue concedido, amparo a otro «dios padre» —Campmany— cuando trazó su primera raya en el agua desde el principio del verbo. O sea.

Confieso que Ignacio Camacho es mi columnista favorita sin duda alguna, para mí es una rutina diaría desde hace ya más de un año, leer su columna, es el único columnista que sigo religiosamente todos los días. Sus artículos están llenos de verdades por un puño, de objetividad, esta es la clase de periodismo que debería perdura en nuestro país. Por eso no podía dejar de nombrar este importante premio concedido a este majestuoso periodista.

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