Las contradicciones socialistas.

Los socialistas, Blanco, Bono, no piden ahora que seamos patriotas para apoyar las medidas propuestas por el Gobierno que, según ellos mismos, no eran necesarias hasta hace una semana porque España estaba estupenda. Como una semana después España ya no está estupenda sino en una situación crítica, nos piden que nos sacrifiquemos por España, por la patria, lo que resulta cínico viniendo del PSOE.
Primero, por el tradicional desprecio socialista hacia el patriotismo. Hacia el español, por supuesto, lo que siempre como es sabido por todos ha ido unido al ensalzamiento de todos los nacionalismos periféricos. Bien es cierto que no es el caso de José Bono, un político perteneciente a esa minoría socialista que ha abogado por la defensa sin complejos del patriotismo y que para mí es el mejor político que tiene y que a tenido el PSOE en años, aunque ahora tenga a todos los grupos de comunicación españoles en su contra por presuntos cobros y presuntas contrataciones a empresas amigos, y por aumento de su patrimonio, pero este señor tiene la presunción de inocencia y para mí es el mejor político socialista asique no es de esperar que hasta que un juez no diga lo contrario yo creo en su inocencia.
Volviendo a la nueva pasión patriótica del socialismo.
El ministro de fomento Jose Blanco sabe, que la posición oficial y mayoritaria del PSOE ha consistido en un rechazo permanente del concepto y del ejercicio del patriotismo como propio de la derecha extremista, franquista y reaccionaria. Ni siquiera el sofisticado concepto de patriotismo constitucional ha calado en el PSOE fuera de honrosas excepciones. De ahí que a muchos nos dé la risa cuando escuchamos lo del patriotismo en boca socialista, tras tantos años de recibir descalificaciones por defender precisamente ese concepto.
Y, segundo, la apelación al patriotismo resulta cínica por otro motivo del que no se libra ni Bono. Y es que si los socialistas están tan dispuestos a sacrificarse por España, hay una medida prioritaria y anterior a las medidas de ajuste que pueden tomar inmediatamente. Convocar elecciones anticipadas y permitir que España se libre del Gobierno más ineficaz de su historia democrática y del presidente que nos ha llevado hasta la situación crítica actual.
Puestos a sacrificarse por España, que empiece la élite del PSOE renunciando al poder. España lo agradecerá.